¿Sufres de misofonía?.
¿Te resulta insoportable que alguien masque chicle, carraspee para aclararse la garganta o sorba una cucharada de sopa a tu lado? Puede que sufras misofonía, un término que significa literalmente “odio al sonido”, y llega incluso a causar miedo a algunos afectados.
Se trata de una respuesta desproporcionadamente intensa del sistema nervioso autónomo y el sistema límbico a ciertos sonidos “normales”, con una hiperactivación anormal del sistema auditivo. Puede ser provocada por el sonido de otra persona respirando, comiendo, bebiendo o mascando un chicle, e incluso por las voces de los niños, y la reacción que experimenta quien la padece suele ser de estrés, ansiedad y, en ocasiones, ira extrema. Algunos de los sonidos que provocan este malestar tienen una intensidad relativamente baja, del orden de 40 a 50 decibelios, es decir, por debajo de una conversación normal.
Se trata de una respuesta desproporcionadamente intensa del sistema nervioso autónomo y el sistema límbico a ciertos sonidos “normales”, con una hiperactivación anormal del sistema auditivo. Puede ser provocada por el sonido de otra persona respirando, comiendo, bebiendo o mascando un chicle, e incluso por las voces de los niños, y la reacción que experimenta quien la padece suele ser de estrés, ansiedad y, en ocasiones, ira extrema. Algunos de los sonidos que provocan este malestar tienen una intensidad relativamente baja, del orden de 40 a 50 decibelios, es decir, por debajo de una conversación normal.
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