viernes, 21 de febrero de 2014

¿Beber dos copas de vino al día ayudan a la longevidad?.

¿Beber dos copas de vino al día ayudan a la longevidad?.



Consumir alcohol de forma excesiva, como por ejemplo tomando esa última copa de más al final de la noche, ha sido vinculado con una alta tasa decáncer y obesidad. Pero diversos estudios han demostrado también que las bebidas espirituosas, en su justa medida, reducen la incidencia de enfermedades cardíacas, hipertensión, diabetes, cirrosis hepática y epilepsia. ¿Cuál es la cantidad idónea de alcohol que debemos consumir al día para mantenernos sanos? Según un nuevo estudio, entre una y dos copas de vino tinto en el caso las mujeres, y entre tres y cuatro, en el de los hombres, reportan innumerables efectos beneficiosos, llegando a reducir el riesgo de mortalidad en un 40 por ciento.

Así concluye el trabajo publicado en el British Journal of Nutrition y llevado a cabo por el Instituto de Salud Carlos III, la Universidad de Navarra, y el CIBEROBN. Es la primera vez que se analiza la influencia del patrón global de ingesta de bebidas alcohólicas en relación a la mortalidad. Según la investigación, el consumo moderado de alcohol durante toda la semana, evitando el atracón de viernes y sábados, reduce prácticamente a la mitad el riesgo de muerte respecto a los abstemios. Los autores señalan que, para gozar de estos efectos protectores, es importante optar por vino tinto frente al resto de bebidas destiladas, ya que es un auténtico elixir de buena salud.

Para obtener esta conclusión, los científicos realizaron un seguimiento de cerca de 20.000 participantes durante 7 años, y descubrieron que la mortalidad se veía reducida considerablemente cuando se consumía alcohol al estilo tradicional mediterráneo, es decir, cuando se bebía una media de 30 gramos de vino al día durante toda la semana, siempre acompañado de las comidas y nunca sobrepasando las cinco bebidas alcohólicas al día.

"Cuando el consumo de alcohol se aleja de este patrón, se duplica el riesgo de mortalidad”, advierte Martínez-González, profesor de la Universidad de Navarra. El hallazgo se suma a la larga lista de efectos saludables derivados del consumo responsable de alcohol, que además de fortalecer nuestro cuerpo, nos hace más felices.

Beneficios de beber vino

1.- Agilidad mental

Para tu cerebro, parece que es mucho mejor beber vino que abstenerse de hacerlo. Así lo prueban cerca de 70 estudios científicos recientes que muestran cómo el consumo leve o moderado de vino mejora la función cognitiva y la agilidad mental. Además, ingerirlo en pequeñas dosis previene la demencia, tal y como demostraba un estudio de la Academia Sueca Sahlgrenska basado en un seguimiento a 1.500 mujeres durante 34 años. Posiblemente se debe a que los antioxidantes del vino reducen la inflamación, impiden que las arterias se endurezcan (aterosclerosis) e inhiben la coagulación, mejorando así el riego sanguíneo de nuestro órgano pensante, tal y como concluía un análisis publicado en el Acta Neurológica Scandinavica.

2.- Anti grasa

El consumo de vino activa al gen SIRT1, que impide la formación de nuevas células degrasa y ayuda a movilizar las ya existentes, tal y como demostraban científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en un estudio publicado en Nature. Otro trabajo dado a conocer en la revista Archives of Internal Medicine concluía que, aunque el alcohol contiene 7 calorías por gramo, sus efectos sobre el metabolismo hacen que beber vino moderadamente reduzca la obesidad y el sobrepeso al envejecer. La dosis diaria óptima, según la investigación, serían 40 gramos de alcohol al día.

3.- Ejercicio embotellado

El ejercicio físico se podría servir a partir de ahora en botellas de vino. Una investigación publicada en la revista FASEB Journal sugiere que el resveratrol de la uva contrarresta eficazmente los efectos negativos de una vida sedentaria sobre el organismo. Los científicos realizaron sus experimentos sometiendo a varias ratas a un ambiente sedentario y limitando sus movimientos. A un grupo de roedores se le suministró resveratrol. Así observaron que solo los animales que no consumían este ingrediente del vino empezaron a sufrir disminución de masa y fuerza muscular y mostraron debilidad ósea. "El resveratrol no es un sustituto del ejercicio, pero puede disminuir el proceso de deterioro en caso de que un individuo se vea obligado a guardar reposo”, ha explicado Gerald Weissmann, editor jefe de la publicación.

4.- Dientes sanos

Tanto el vino blanco como el vino tinto evitan la caída de los dientes, de acuerdo con una reciente investigación italiana. Gabriella Gazzani y sus colegas de la Universidad de Pavia comprobaron que la costumbre ancestral de tratar las infecciones de las encías con vino y evitar, de este modo, la caída de los dientes tiene un fundamento científico. Según desvelaban en la revista Journal of Agricultural and Food Chemistry, esta bebida alcohólica frena el crecimiento de los estreptococos de la boca, bacterias vinculadas a las caries, a la gingivitis y al dolor de garganta.

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