¿A que edad es recomendable que puedan comenzar a usar lentes de contacto los niños?.
La inadaptación a las gafas, las actividades deportivas o la estética son algunas de las causas que conducen a los padres a plantearse el uso de lentillas para sus hijos.
Lentes de contacto en niños pequeños
En edades muy tempranas, desde bebés recién nacidos hasta niños de 5 o 6 años, las lentillas tienen un uso poco común que casi siempre encuentra en enfermedades congénitas de la vista su razón de ser. Las cataratas congénitas son una dolencia que afecta a cierto número de bebés que precisan el uso de lentes de contacto. En este caso, son los padres quienes deben aprender a manipular las lentes, dejando el aprendizaje y familiarización con este producto sanitario a los niños de edades más avanzadas.
Lentes de contacto para niños de los 5 a los 10 años
Si bien hasta hace unos años los niños de estas edades no usaban lentes de contacto, hoy en día no es inusual y cada vez cobra más auge para preservar la salud visual de los pequeños y educarles en su mantenimiento. A este respecto, los padres también deben hacerse cargo de la limpieza y preservación de las lentes de contacto pero, además, deben iniciarles en todos los procedimientos de uso para un mejor provecho de todas sus cualidades.
Lentes de contacto en preadolescentes y adolescentes
Las razones para que los niños de 10 años en adelante usen diferentes tipos de lentes de contacto son parecidas a las de los adultos. Razones como la práctica de deportes o la propia salud visual. A estas edades, se debe enseñar al menor a desenvolverse con sus lentillas. Las lentillas diarias son una de las opciones más recomendadas en estos casos, pero también lentillas mensuales. Todas las lentes de contacto para niños les acercarán al mundo de uno de los productos más exitosos de la optometría.
Uso de las lentillas por los niños
Cuando los menores se den cuenta de las ventajas que conlleva usar lentes de contacto, surgirá de ellos mismos la motivación para comprender cómo deben utilizarse correctamente. Entre las recomendaciones que deben recordarse al menor destacan:
- Usar las lentes atendiendo a las indicaciones fijadas por el oculista u optometrista para su caso.
- Tener la costumbre diaria de limpiarlas y mantenerlas con los productos prescritos por los profesionales.
- No someterlas a manipulación en seco, ni guardarlas en soluciones caseras.
- Ir acostumbrando al menor a preocuparse por su salud visual, también por las visitas periódicas a su oculista u optometrista.
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