El cáncer de piel ocupa el cuarto lugar, luego del de útero, estómago y mamas, existen dos tipos de cáncer: el no melanoma y el melanoma maligno.
El Carcinoma Basocelular se caracteriza por presentar lesiones erosivas, nodulares, ulceradas, tumorales con bordes perlados que se localizan principalmente en la cara.
En cuanto al Carcinoma Espinocelular, son lesiones tumorales de rápido crecimiento y que evoluciona con metástasis tempranas.
Por último está el Melanoma, el cual es considerado el tumor de mayor malignidad, que se presenta con coloración pigmentada, de colores negruzcos, de forma asimétrica, con bordes irregulares y de rápido crecimiento que evoluciona con metástasis tempranas llevando a la muerte al paciente sino se diagnostica a tiempo.
Comúnmente se cree que aquellas personas con piel oscura gozan de mayor protección ante un cáncer de piel, fundamentado en que dicha piel tiene mayor cantidad de pigmento melánico, el cual hace que la piel no se queme ante la exposición prolongada.
Es falso pensar que aquellas partes que no tienen exposición directa con el sol no desencadenarán en cáncer, puesto que el Carcinoma Espinocelular y el Melanoma Maligno pueden desarrollarse en zonas no expuestas.
Aquí surge otro mito muy común, como el creer que son solo las personas mayores quienes desarrollan este problema. Debido a la depleción de la capa de ozono, hoy en día el cáncer de piel no solo se presenta en personas mayores, sino también en jóvenes.
Hay que estar alertas ante lesiones que aparecen en la piel, heridas que no curan con facilidad, lesiones que crecen adquiriendo aspecto tumoral, lesiones que cambian de color, duelen, pican o sangran, y aquellos lunares que cambian de aspecto y aumentan de tamaño,
Asimismo, recordar que la protección ante los excesivos rayos solares se resume en puntos básicos: uso de protectores solares dermatológicamente testados y medios físicos, evitar el sol entre las 10:00 horas y 16:00 horas, usar sombreros de ala ancha, usar ropa oscura y lentes con protección UV, además de sombrillas.
Nuevo método no invasivo para detectar cáncer de piel
Un equipo de investigadores japoneses mostró en un estudio sobre la melanina de la piel que se puede determinar el riesgo de sufrir daños por exposición al sol y cáncer sin destruir los tejidos.
El estudio fue publicado en la revista especializada Pigment Cell and Melanoma Research y sostiene que este nuevo método compara los niveles de cada tipo de melanina presentes en muestras de cabellos y plumas y que puede ser aplicable también a la piel.
Se trata entonces del primer método no invasivo para cuantificar y distinguir la melanina, que consiste en “el análisis de la dispersión inelástica producida cuando las moléculas de los tejidos son excitadas con una fuente de luz”.
Las estructuras de las sustancias que forman parte de la piel pueden identificarse gracias a la forma de vibración de las moléculas. Los científicos explican que se compara al proceso de una cámara fotográfica o a las resonancias magnéticas actuales que obtienen la información sobre la superficie de las muestras.
Este método abre el campo de las investigaciones en pigmentación, por el análisis de muestras valiosas que no pueden ser destruidas para ser tratadas químicamente, en campos que abarcan desde la biología evolutiva a la medicina.
En el estudio participó la Universidad de Fujita en Japón junto a otras instituciones españolas.
La melanina es un pigmento que se halla en prácticamente todos los seres vivos, en los humanos dan lugar a la coloración de la piel, el cabello y los ojos, son la eumelanina y la feomelanina.
Sobre la segunda, se ha descubierto que su elevada presencia actúa como factor de riesgo del cáncer de piel, y la más frecuente en la población de piel blanca.
Los denominados rayos ultravioleta de la luz solar, son considerados como uno de los principales factores de riesgo para desarrollar un cáncer de piel.
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