Besar a tu mascota no es bueno para tu salud según estudio.
Los besos de los perros se traducen en la acción de lamer. Ellos nos lamen las manos, la cara, las heridas si las tenemos, o incluso la boca si se lo permitimos, pues es una muestra de afecto y agradecimiento que han aprendido desde cachorros, cuando su madre lo hacía para mantenerlos limpios y calentitos.
Los perros tienen una gran sensibilidad e intuición y muchas veces son capaces de identificar los distintos estados de ánimo de las personas que los rodean. Por eso cuando nos están besando (o lamiendo) lo que están haciendo en realidad es usar una herramienta social para demostrar su afecto.
Si partimos de la base de que un beso con lengua de 10 segundos entre una pareja de seres humanos, según estudios publicados por la comunidad científica, produce el intercambio de hasta 80 millones de bacterias, podemos imaginar lo que sucede si el beso nos lo da un perro.
Miles de receptores químicos y terminaciones nerviosas abundan en la lengua y hocico de los perros, dos factores más que les llevan a usar este sistema para demostrarnos su amor y para dejar claro que nos quieren, que se preocupan por nosotros, que nos agradecen que estemos con ellos.
¿Es bueno o malo dejarnos besar por ellos?
Obviamente existe un riesgo al intercambiar fluidos llenos de bacterias, teniendo en cuenta además que los perros se limpian lamiéndose, y lamen también cualquier cosa que puedan encontrarse por el suelo. Si bien es cierto que muchos médicos y veterinarios mantienen la opinión que el estar en contacto con distintos tipos de bacterias puede fortalecer nuestro sistema inmunológico, existe claramente un riesgo como por ejemplo las enfermedades en la boca y en las encías.
Nuevo estudio va más allá de lo obvio
Así que si eres de los que disfruta del amor de tu perro y su manera de expresarlo, intenta mantener su boca siempre limpia cuidando su higiene con productos especializados que te podrá recomendar tu veterinario, así como desparasitarlo habitualmente.
Un estudio realizado por la la Universidad Kitasato de Japón, descubrió que el contacto con los fluídos corporales, ya sea mediante besos en la boca o heces fecales provenientes de un perro o un gato, puede incrementar el riesgo del cáncer de estómago.
De acuerdo a la investigación supervisada por el profesor Masahiko Nakamura, este intercambio de sustancias con las mascotas puede tener consecuencias graves para la salud; ya que la presencia del patógeno Helicobacter Heilmanni en la saliva, desechos fecales y en zonas bucales de las mascotas puede causar ciertos tipos de cáncer en los humanos, por lo que no se recomiendan este tipo de “cariños”.
De acuerdo a la investigación del profesor Nakamura, 60 por ciento de los pacientes que sufren de cáncer gástrico, o MALT, dieron positivo a dicha bacteria, lo cual indicaría una “fuerte correlación” entre las dos.
Un estudio anterior llevado a cabo en Alemania encontró que 70 por ciento de las personas que presentan esta bacteria se encuentran en contacto físico cercano con animales, lo cual hace concluir al científico que estar cerca de las mascotas es el “mayor factor de riesgo” para este padecimiento.
Entre las actividades de riesgo señaladas por el estudio se encuentran:
- Ser lamido o besado por un animal.
- Besar a un animal cerca de la boca.
- Usar un utensilio de cocina usado por un animal.
- Desechar excremento animal sin guantes.
- Besar a alguien infectado con la bacteria.
Desgraciadamente, actividades tan comunes como recoger una bola de pelo de gato sin guantes, no desinfectar las manos después de tirar desechos animales o no limpiar saliva animal de los muebles pueden llevar a la propagación de esta bacteria, por lo cual se deben extremar las precauciones.
Más información:
http://www.researchgate.net/publication/51443749_Suppression_of_lymphangiogenesis_induced_by_Flt-4_antibody_in_gastric_low-grade_mucosa-associated_lymphoid_tissue_lymphoma_by_Helicobacter_heilmannii_infection
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