jueves, 9 de mayo de 2013

La importancia de una buena pisada.


La importancia de una buena pisada.
 

Desde hace años las firmas de calzado deportivo tratan de contrarrestar los malos hábitos de las personas a la hora de andar y correr. ¿Qué importancia tiene saber si eres pronador o supinador? ¿Qué fuerza de impacto recibe nuestro cuerpo cuando corremos? Nos lo explican en el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV).

Con cada paso, tanto cuando andamos como cuando corremos, nuestro cuerpo sufre el impacto directo sobre los ligamentos, huesos y articulaciones que, a la larga, puede producirnos enfermedades mucho más graves de lo que podamos pensar. De ahí la importancia de una correcta elección del calzado para practicar deporte e incluso para andar en el día a día. Como explican desde el Instituto de Biomecánica de Valencia, “el calzado, en su interacción con el pie y cómo afecta a la forma de correr, nos ayuda a reducir las fuerzas de impacto y las vibraciones que afectan a nuestras articulaciones, así como a evitar un movimiento excesivo en la articulación del tobillo que se relacionan con las lesiones de ligamentos y tendones.

Y es que según los datos de los especialistas del IBV, cuando corremos, la tibia puede llegar a soportar una vibración de hasta 12 veces la aceleración de la gravedad. Esto supone que, al llegar a la cabeza, estas vibraciones pueden alcanzar hasta tres veces dicha aceleración. El uso de unas zapatillas adecuadas puede ayudar a reducir dichas vibraciones y, en última instancia, reducir las lesiones musculares, de ligamentos y óseas.

¿Pronador o supinador?
Uno de los datos clave de la pisada de las personas es precisamente si pronan o supinan al andar. La pronación es la tendencia a girar el tobillo hacia el interior, mientras que la supinación es precisamente el extremo contrario, es decir, “hundir” el pie en la zona exterior. En ambos casos se puede ser hiperpronador o hipersupinador si dicho movimiento es muy exagerado y puede dar lugar a serias lesiones.

Para comprobar la manera de pisar que tenemos basta con observar el desgaste de la suela de unas zapatillas usadas. Si están muy desgastadas por el interior eres pronador, mientras que si el desgaste es mayoritario por la zona exterior de la suela entonces serás supinador. Si ambas partes están igual de desgastadas entonces tienes la pisada neutra.

Como apuntan desde el IBV, a la hora de correr “el calzado amortigua el impacto y ayuda a minimizar desviaciones en la pisada que facilitan la absorción de las vibraciones derivadas del impacto a lo largo de la cadena cinemática”. De ahí la importancia de una correcta elección de las zapatillas en función del tipo de pisada.
 

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