Estudio afirma que la sensación del frio se puede eliminar.
Investigadores estadounidenses de la Universidad de Southern California (EE UU) han conseguido eliminar la sensibilidad al frío en ratones extirpándoles un tipo concreto de neuronas. Los roedores conservaron, sin embargo, la sensación de calor y el tacto, de acuerdo con el trabajo que publica la revista Journal of Neuroscience en su última edición.
En trabajos previos se había observado que una proteína de las células nerviosas llamada TRPM8, que funciona como canal iónico, era la responsable de la sensación de frío. Esta proteína, que se expresa en neuronas sensoriales, se activa con las bajas temperaturas y con agentes químicos refrescantes, como el mentol, y genera la respuesta correspondiente, según se hace eco la agencia SINC.
En este nuevo estudio los investigadores consiguieron aislar y desactivar, en ratones, las neuronas en las que se expresa la proteína TRPM8. A continuación utilizaron un grupo control de roedores normales y otro de animales con las neuronas TRPM8 desactivadas y los colocaron en una superficie con diferentes temperaturas, entre 0 ºC y 50 ºC, por la que podían desplazarse libremente. Mientras que los ratones del grupo control tendían a mantenerse en las zonas de temperatura templada, alrededor de los 30 ºC, aquellos a los que se les habían inutilizado las neuronas TRPM8 solo evitaban las regiones más calientes. Según los autores, este hecho indica que los animales sin esas células nerviosas no pueden sentir el frío, pero sí el calor.
Este hallazgo podría tener aplicaciones indirectas en el tratamiento del dolor, si fuese posible actuar de una manera similar para desactivar de manera específica las neuronas implicadas en el proceso doloroso sin alterar el resto de sensaciones.
En trabajos previos se había observado que una proteína de las células nerviosas llamada TRPM8, que funciona como canal iónico, era la responsable de la sensación de frío. Esta proteína, que se expresa en neuronas sensoriales, se activa con las bajas temperaturas y con agentes químicos refrescantes, como el mentol, y genera la respuesta correspondiente, según se hace eco la agencia SINC.
En este nuevo estudio los investigadores consiguieron aislar y desactivar, en ratones, las neuronas en las que se expresa la proteína TRPM8. A continuación utilizaron un grupo control de roedores normales y otro de animales con las neuronas TRPM8 desactivadas y los colocaron en una superficie con diferentes temperaturas, entre 0 ºC y 50 ºC, por la que podían desplazarse libremente. Mientras que los ratones del grupo control tendían a mantenerse en las zonas de temperatura templada, alrededor de los 30 ºC, aquellos a los que se les habían inutilizado las neuronas TRPM8 solo evitaban las regiones más calientes. Según los autores, este hecho indica que los animales sin esas células nerviosas no pueden sentir el frío, pero sí el calor.
Este hallazgo podría tener aplicaciones indirectas en el tratamiento del dolor, si fuese posible actuar de una manera similar para desactivar de manera específica las neuronas implicadas en el proceso doloroso sin alterar el resto de sensaciones.
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