Desmontando mitos: La “cocina dietética” NO te ayudará a perder peso
Realizar actividad física con más frecuencia y llevar a cabo una dieta más saludable entran entre las decisiones que una persona toma con el objetivo de perder peso, pero, ¿cómo debemos de llevarlas a cabo? Para el deporte físico existen una gran variedad de recomendaciones que podemos aceptar y aplicar con seguridad, y que generalmente varían para personas de diferente peso o edad.
Pero en cuánto nos adentramos en el mundo de la cocina y sus respectivos consejos nutricionales para la pérdida de peso, podemos equivocarnos con una facilidad ridícula. Para empezar, el marketing de la gastronomía moderna cada vez toma más orientación hacia los productos light, cuyo atractivo lema de ‘con menos calorías‘ nos hace prevalecer su elección frente al producto convencional. Para evitar esto, muchas personas recuren a libros de cocina baja en sal, dietética o libre de azúcar, y hoy en Medciencia, os contaremos por que no es la mejor solución.
La “trampa” de la cocina dietética
Las recetas de cocina dietética, llevadas a la perfecta teoría son excelentes para la pérdida de peso. Sin embargo, generalmente la práctica es totalmente distinta. El triunfo de estas recetas reside en el empleo de poca sal, evitar la mantequilla por su contenido lipídico, y evitar el azúcar natural, recurriendo a edulcorantes artificiales y algunos sustitutos, de los cuales hablamos hace unos días.
Y quizás ahí es dónde llega nuestro problema; estos alimentos generalmente tienen poco sabor, debido a las limitaciones en sal o azúcar. Esto complica nuestro interés por la cocina dietética, pues si no disfrutamos con la comida, no nos deja lo saciedad suficiente o simplemente no nos la comemos, acabamos recurriendo al temido “snack” o picoteo, en el que nuestro cerebro no se para a mirar calorías.
En muchos casos, las recetas de cocina para dietas llegan a tomarse la pérdida de peso demasiado en serio, sobre todo en la cantidad de aceite o mantequilla de sus platos. Estaríamos reduciendo calorías, ¿pero a qué precio?
La solución: el recetario personal
Cocinar en casa, utilizando algunas recetas (que en principio podrían ser dietéticas) y realizar modificaciones en las cantidades de sus ingredientes sin temer que podrían comprometer nuestra idea de perder peso es la mejor solución. Una pizca de sal, dos cucharadas de aceite, el uso de especias, o un terrón de azúcar llegarían a darle a nuestra comida el toque de personalidad que nos hará disfrutarla, y así evitar el posible picoteo.
Mientras controlemos las cantidades de grasas, azúcares y proteínas que tomemos en nuestra dieta alimenticio podremos tomar con tranquilidad este tipo de indicaciones, y para ello os recomendamos que recurráis al personal nutricional adecuado y evitéis ser guiados por “dietas online“.
Si no tenéis muy claro qué cocinar, os recomendamos las recetas de nuestros compañeros de Cocinillas, que además de disponer de un variado repertorio de recetas os ofrecerán la creatividad necesaria para que exprimáis al máximo vuestros platos.
Fuente | Johns Hopkins
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