Estudio afirma que establecer un buen habito, puede tener su precio.
Siempre he sostenido la premisa que nada es gratis, todo en la vida tiene su precio. Para lograr que una persona cambie su conducta por una que mejore su salud, en la mayoría de los casos cuesta un mundo, pero según un nuevo estudio, existe una manera muy efectiva de hacerlo.
Cuando se trata de conseguir que un paciente adopte un plan de ejercicio físico diario y adquiera hábitos saludables que supongan un cambio en su estilo de vida a largo plazo, ofrecer cupones y descuentos de sumas económicas pequeñas puede resultar efectivo, según un artículo que publica la revista American Journal of Preventive Medicine en su última edición.
En experimentos con 1.500 pacientes con problemas cardíacos que iniciaban un plan de ejercicio físico para evitar recaídas, los autores de la investigación trataron de identificar qué estrategia podía lograr que mantuvieran el hábito cuando volvían a su rutina normal después de los seis meses de duración del programa en el centro de rehabilitación. Su propuesta consistió en un modelo de incentivos económicos de pequeña cuantía para facilitar la transición hacia una rutina de ejercicio independiente. Los incentivos se ofrecían a través de un portal web, BestLifeRewarded, en forma de bonos de aparcamiento o descuentos en supermercado, solo a cambio de que describieran el ejercicio realizado cada día en un formulario on-line. Esta sencilla estrategia aumentó la motivación de los pacientes y el mantenimiento de los hábitos saludables, ya que les ofrecía "un modo de auto monitorizarse", según los investigadores, que preparan ahora un programa piloto para aplicarlo a mayor escala.
En experimentos con 1.500 pacientes con problemas cardíacos que iniciaban un plan de ejercicio físico para evitar recaídas, los autores de la investigación trataron de identificar qué estrategia podía lograr que mantuvieran el hábito cuando volvían a su rutina normal después de los seis meses de duración del programa en el centro de rehabilitación. Su propuesta consistió en un modelo de incentivos económicos de pequeña cuantía para facilitar la transición hacia una rutina de ejercicio independiente. Los incentivos se ofrecían a través de un portal web, BestLifeRewarded, en forma de bonos de aparcamiento o descuentos en supermercado, solo a cambio de que describieran el ejercicio realizado cada día en un formulario on-line. Esta sencilla estrategia aumentó la motivación de los pacientes y el mantenimiento de los hábitos saludables, ya que les ofrecía "un modo de auto monitorizarse", según los investigadores, que preparan ahora un programa piloto para aplicarlo a mayor escala.
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