Estudio afirma que los trastornos de alimentación pueden ser genéticos.
Un equipo de científicos de las universidades de Texas y Iowa (EE UU) ha descubierto dos mutaciones genéticas que parecen asociarse con un mayor riesgo de desarrollar trastornos de alimentación como la anorexia nerviosa y la bulimia, lo que indica que estas enfermedades tienen un componente hereditario.
Según los científicos, a través del estudio de la genética de dos familias afectadas por los mencionados trastornos de la alimentación se detectaron dos mutaciones genéticas, una en cada familia. Ambos genes actúan sobre la misma vía de señalización en el cerebro, y las dos mutaciones producen el mismo efecto biológico, según explican los autores del estudio en la revista especializada Journal of Clinical Investigation. Los resultados sugieren que esta vía podría representar una nueva diana para comprender y tratar potencialmente trastornos de la alimentación.
El análisis también señala que las mutaciones responsables de disminuir la actividad de una proteína denominada receptor de estrógeno alfa que activa la expresión de otros genes, aumentan el riesgo de sufrir estas afecciones.
Según los científicos, a través del estudio de la genética de dos familias afectadas por los mencionados trastornos de la alimentación se detectaron dos mutaciones genéticas, una en cada familia. Ambos genes actúan sobre la misma vía de señalización en el cerebro, y las dos mutaciones producen el mismo efecto biológico, según explican los autores del estudio en la revista especializada Journal of Clinical Investigation. Los resultados sugieren que esta vía podría representar una nueva diana para comprender y tratar potencialmente trastornos de la alimentación.
El análisis también señala que las mutaciones responsables de disminuir la actividad de una proteína denominada receptor de estrógeno alfa que activa la expresión de otros genes, aumentan el riesgo de sufrir estas afecciones.
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