martes, 18 de diciembre de 2012

¿Se debe tener cuidado al mezclar comidas con medicamentos?.


¿Se debe tener cuidado al mezclar comidas con medicamentos?.
 
 
Para nadie es un secreto que no es aconsejable ingerir alcohol tomando medicamentos, pero que hay de los alimentos. Pues les comento que ciertos alimentos no deben ser mezclados con ciertos medicamentos.
 
La mayoría de los prospectos de los fármacos que tomamos nos informan de sus efectos secundarios, pero pocas veces explican cómo interactúan con las comidas. En general la comida no disminuye la eficacia del medicamento, aunque en algunos casos este efecto puede producirse, o incluso puede haber otras consecuencias indeseables.

La Fundación Española del Corazón hace algunas recomendaciones sobre con qué alimentos acompañar, o no, determinados fármacos. Por ejemplo, el 
ácido acetil salicílico, presente en la aspirina, se debe tomar con las comidas, ya que puede irritar el estómago. Por otro lado, los pacientes con problemas de corazón que toman fármacos cardiológicos deben tener cuidado con el zumo de pomelo, ya que altera el pH del intestino delgado y puede favorecer la toxicidad del medicamento. Y en el caso de las pastillas para evitar la tensión alta, también hay que estar atento: si los fármacos pertenecen al grupo IECAs, conviene evitar los sustitutos de la sal que contengan potasio, ya que estos medicamentos interfieren con la correcta eliminación del mineral.

Los 
anticoagulantes son otro grupo de medicamentos que se prescriben a muchas personas. Los expertos recomiendan que en esos casos hay que evitar el consumo excesivo de brócoli y coles de bruselas, la papaya, el ajo el jenjibre, el regaliz, el hígado de vaca y el té verde, ya que pueden reducir el efecto de la pastilla. Por otro lado, el consumo de alcohol puede potenciar la acción anticoagulante en el caso de que este contenga acenocumarol.

Además, hay que recordar que no conviene abusar de los fármacos. Por ejemplo, la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria ha alertado de que más de 8,5 millones de españoles ingieren dosis diarias de 
ibuprofeno más altas de las recomendadas. Mientras que para los dolores de cabeza leves o moderados bastaría una dosis de 400 miligramos, el 80 por ciento de las unidades dispensadas por las farmacias son de 600 miligramos. Los expertos explican que los efectos secundarios y el riesgo de sufrir un accidente cardiovascular aumentan cuando se incrementa la dosis de este medicamento.

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