viernes, 11 de abril de 2014

¿Ser buenos o malos en matemática puede ser genético?.

¿Ser buenos o malos en matemática puede ser genético?.



Hace ya un tiempo hable sobre la discalculia o dificultades en el aprendizaje de las matemáticas (DAM) es una dificultad de aprendizaje específica en matemáticas es el equivalente a la dislexia solo que en lugar de tratarse de los problemas que enfrenta un niño para expresarse correctamente en el lenguaje, se trata en esta ocasión de dificultad para comprender y realizar cálculos matemáticos , afecta a un porcentaje de la población infantil (entre el 3% y el 6%), e infortunadamente esta anomalía casi nunca se diagnostica y trata adecuadamente. Más recientemente comente sobre el hecho que la genética influyera tanto en la ideología de las personas como en su fracaso o no en las relaciones de pareja, me llevo a seguir investigando sobre el tema y resulta que también influye en que seamos buenos o malos en matemática.

¿La genética influye en que seamos buenos o malos en matemática?

Un nuevo estudio dirigido por un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU) muestra cómo algunas personas pueden estar predispuestas a ser peores o mejores en una materia como las matemáticas debido a ciertos factores genéticos.

Para ello, se examinó la diferencia de habilidad en matemáticas de gemelos idénticos y de mellizos. El estudio contó con 216 gemelos idénticos y 298 mellizos, quienes fueron evaluados desde los 9 hasta los 15 años de edad. Las evaluaciones comprendían tests de ansiedad por las matemáticas, ansiedad general, resolución de problemas de matemáticas y comprensión lectora. Los resultados arrojaron que el 40% de las diferencias individuales de ansiedad hacia las matemáticas se produjeron por factores genéticos.

El hecho de por qué algunos niños e incluso adultos desarrollan cierto miedo a las matemáticas, provocando que les resulte mucho más difícil resolver problemas de esta materia tiene, por tanto, un componente genético. Este miedo o ansiedad hacia las matemáticas aprovecha la predisposición genética a través de dos vías: en el desempeño cognitivo de las personas en las matemáticas y su tendencia a la ansiedad. Tener ansiedad nos dificulta la resolución de problemas, por lo que puede tener un profundo efecto en el aprendizaje.

“Los factores genéticos pueden exacerbar o reducir el riesgo de ser malos en matemáticas”, afirma Stephen Petrill, profesor de psicología en la Universidad Estatal de Ohio e investigador principal del estudio que ha sido publicado en la revista Journal of Child Psychology and Psychiatry.

Estos resultados no manifiestan que el tener problemas en matemáticas pueda achacarse exclusivamente a factores genéticos, ya que también influyen los factores ambientales, laescuela, el hogar y otros lugares, pero su implicación no es ni mucho menos desdeñable.


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